martes, 8 de enero de 2013
Soy toda tuya, Susan Andersen
A ciegas, Noe Casado
Luke Adams es un agente de policía a punto de cumplir cuarenta años, está divorciado y lleva un estilo de vida más o menos organizado que no se plantea cambiar. Sin embargo, tiene una fantasía pendiente: seducir de una vez por todas a Dora, una rubia esquiva y descarada que lleva rechazándolo demasiado tiempo.
Pero mientras aguarda a que ella caiga rendida a sus encantos, el comportamiento de Luke está lejos de ser el de un monje... Se entretiene con amigas dispuestas a pasar un buen rato, y a las que siempre deja muy claro que no han de esperar nada más de él, porque tarde o temprano su deseo se hará realidad.
Posdata: Te amo, Cecelia Ahern
Hay personas que esperan toda la vida para encontrar a su alma gemela, pero este no es el caso de Holly y Gerry. Novios desde el instituto, se sentían como si siempre hubiesen estado juntos. Podían acabar las frases del otro, e incluso cuando discutían sobre quién debía salir de la cama para apagar la luz cada noche lo hacían riendo. Holly no sabía qué sería de ella sin Gerry. Nadie lo sabía. Y así fue como comenzó 'La Lista' como una broma. En previsión de que pudiera sucederle algo malo, Gerry dejaría a Holly una lista de cosas que hacer para salir adelante día tras día.
De pronto, la joven pareja se enfrenta a lo inimaginable: Gerry contrae una enfermedad fatal y fallece. Tres meses después de su muerte, Holly sale de su casa para recoger un misterioso paquete que ha recibido su madre para ella. Cuando lo abre se encuentra con que Gerry ha cumplido su palabra. Le ha dejado 'La Lista', una serie de cartas con instrucciones para cada mes. Todas van firmadas con 'PD: Te amo'.
Rodeada de amigas de lengua afilada y con una familia que la ama y la sobreprotege hasta volverla loca, Holly Kennedy es una heroína de nuestro tiempo: titubea, trastabilla, llora y bromea mientras se abre camino hacia la independencia, hacia una nueva vida de aventura, satisfacción profesional, amor y amistad.
Todo lo que podríamos haber sido tú y yo si no fuéramos tú y yo, Albert Espinosa
¿Y si con solo mirarte pudiera desvelar tus secretos? ¿Y si con solo mirarte pudiera sentir con tu corazón? ¿Y si en solo un instante fuera posible saber quiénes somos el uno para el otro?
Marcos acaba de perder a su madre, una reconocida bailarina que le ha enseñado todo en la vida, y decide que su mundo ya no puede ser igual sin ella. Justo en el momento que va a dar un giro a su vida, una llamada de teléfono cambia radicalmente los acontecimientos. "Mi don es difícil de explicar. Cómo aprendí a utilizarlo es mucho más extraño de relatar. Pero deseo hacerlo. Deseo contároslo. Hay cosas, detalles pequeños que forman parte de uno mismo y hacen que seas como eres. Y el don era algo que me definía. Aunque lo utilizaba poco. Hacía que me sintiera más vivo."
Más profundo, Megan Hart
Veinte años atrás, tenía toda una vida por delante. Era Bess Walsh, una estudiante de clase media dispuesta a conquistar el mundo del diseño de moda. Y se enamoró locamente.
Pero no de Andy, su novio formal e intelectual al que en más de una ocasión le había insinuado su deseo de casarse. No. Durante aquel cálido verano en que trabajó como camarera y vivió en la playa conoció a Nick, el temperamental y moreno chico malo del lugar. Él no era alguien que pudiera presentarle a su padre, por decirlo suavemente.
En vez de eso, Nick se convirtió en su oscuro secretillo: un ferviente cómplice sexual que sabía cómo avivar aquella devastadora obsesión que no sabía que llevaba dentro.
Bess siempre se ha preguntado qué fue de Nick después de aquel verano, después de su promesa de encontrarse de nuevo. Y ahora, de vuelta en la casa de la playa para tomarse un respiro de sus responsabilidades, del matrimonio, de la vida, descubre cuál fue su terrible destino y por qué nunca volvió a por ella.
De pronto siente su nombre en los labios, sus manos en los muslos, sus negro cabello y sus ojos la llaman desde las negras profundidades del purgatorio.
Muerto, vivo, o algo entre ambas cosas… pero no pueden controlar la pasión.
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